petronio63

My Photo
Name:
Location: Santa Rosa, La Pampa, Argentina

Tuesday, June 19, 2012

Andrea

Como un organismo vivo, la ciudad cambia su rostro a diario, aún cuando no lo perciban sus habitantes. En los últimos años, el rostro de Santa Rosa se ha ido llenando de nuevos colores y formas, merced a la paulatina incorporación de profesionales del diseño, y a la aparición inopinada de una generación de muralistas de notable calidad, que han intervenido diversos puntos ciudadanos. Acaso el más significativo para la actualidad -a propósito de la semana de la mujer que se festejó en marzo- sea el impresionante mural ejecutado sobre una pared de la rotonda norte, cerca de donde el tradicional avión que evoca a la Fuerza Aérea, hace poco se transformó en un pastiche psicodélico merced a la intervención de un grupo de artistas urbanos. El mural que acaba de inaugurarse, y que recibe a todos quienes ingresan a la ciudad desde el norte, representa el retrato más conocido de Andrea López, la joven que, desaparecida hace varios años, sigue siendo buscada, bajo sospecha de haber caído víctima de la violencia de género y/o de la trata de personas. La obra del plástico "Bocha" Sombra, de excelente factura, rescata con notable precisión el retrato de la joven, y le aplica las técnicas del muralismo para simplificar sus rasgos y volverlo un ícono. El uso del negro en la base y cabellos, y el celeste en la parte superior -que se confunde con el cielo- le dan al mural un sólido anclaje en el paisaje circundante. Nunca más oportuna una obra de arte que, como el mural, tiene necesariamente un contenido social imperativo, y si no, ahí está la experiencia mexicana para corroborarlo. Ese rostro que interroga a la ciudad, es el ícono de un fenómeno emergente, seguramente no porque no existan antecedentes, sino porque la época y el progreso social lo hacen más visible. Andrea López condensa en su historia -y por ende, en su rostro- todo lo peor del maltrato contra las mujeres: la violencia, la pérdida de la libertad, el sometimiento al comercio sexual, la desaparición forzada, acaso la muerte. El mural tiene, entonces, la virtud de revertir las cosas, y hacer que su ausencia entre nosotros, se transforme en una presencia. Una presencia que se agiganta en el inconsciente colectivo por la multiplicación de sentidos y sentimientos. Como el rostro de José Luis Cabezas, o de Ernesto Guevara -salvando las distancias-, esa representación trasciende la historia individual del retratado, para evocar valores y experiencias comunes a toda la sociedad. Forma parte del acierto del artista, que la expresión del rostro retratado no parezca el de una víctima. Hay una energía, una actitud en esa expresión, que lejos de evocar el abatimiento, convoca a la acción. Y es que, como lo demuestra el impresionante proceso judicial que hoy tiene lugar en los tribunales tucumanos, las víctimas han sacudido su yugo, han comenzado a resistir a sus opresores, y en el camino han logrado la solidaridad de toda una sociedad.

Friday, May 20, 2011

Decálogo del presentador de libros

En la antigüedad la gente se conformaba con tener un hijo. Las cosas ya estaban bastante mal así, ya que, como bien dijo Borges, "los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres".
Ahora resulta que un hijo no basta. También hay que plantar un libro y escribir un árbol (¿o era al revés?), actividades igualmente fútiles, ya que, se sabe, la industria del libro se encarga de deforestar árboles para fabricar papel. Y los libros terminan como relleno ecológico.
Con suerte, cuando hayas cumplido con los tres mandamientos, tu hijo leerá tu libro, y se colgará de tu árbol.
Como quiera, no importa. Todo el mundo quiere escribir un libro, y por mucho que intentes esconderte de esa plaga, tarde o temprano alguien conocido (del club de bochas, del bar, del centro barrial de swingers) te pedirá que "digas unas palabras" en el acto de presentación.
El tema del libro es lo de menos. Sea que te toque presentar "Biografía de mi abuelito transexual" o "Teoría de las cuerdas y sadomasoquismo", el oficio de presentador de libros se rige por diez principios muy sencillos, que a continuación desgranamos gratis y graciosamente.
1) Todo presentador debe comenzar con la expresión "ante todo, agradecer a fulano por confiarme la presentación de este libro...". Se dice así, "agradecer", en infinitivo, hablando como un caníbal (aunque omitiendo la palabra "bwana") y por ningún motivo se debe completar la oración con el verbo que corresponde ("quiero agradecer").
2) Se debe chasquear la lengua con tanta frecuencia como sea posible. Este sonido onomatopéyico es en realidad un fonema también tomado de las lenguas africanas, y quiere decir "en realidad esto que voy a decir es una huevada tan grande que Uds. todos ya lo saben, y si no lo saben son una manga de nabos".
3) Recuerde siempre que no es que los temas se relacionen: "las cuestiones de entrelazan", o mejor aún, "se atraviesan".
4) Trate de decir, al menos una vez, "yo, en realidad, tengo más preguntas que respuestas". Ello no le genera obligación alguna de formular ni las preguntas ni las respuestas en cuestión, y suena muy bonito.
5) Use lenguaje no sexista: un intelectual no puede hablar de un modo políticamente incorrecto. Entonces, debe decirse "Buenas noches para todos y todas", "El destino de todo escritor o escritora", "Para romper el hielo o la hiela", etc. Este recurso permite duplicar la extensión de su discurso, y, mejor aún, reducir a la mitad su sustancia.
6) Si Ud. no menciona al menos un intelectual francés, ni lo intente. Consulte el ránking vigente al momento de su discurso. La última vez que chequeé, picaba en punta Foucault, seguido de cerca por Barthes y Deleuze. Un poco más lejos, pero siempre a mano, vienen Ante Garmaz y M. Legrand.
7) Poco importa si el libro que Ud. presenta sea legible, lo importante es que "viene a problematizar" alguna cuestión más o menos instituida, como por ejemplo, las ravioles del domingo.
8) Cuando al cabo de tres o cuatro frases sienta que se va quedando sin nada que decir, no olvide acudir al contexto cultural: el posmodernismo, la razón débil, la caída de los grandes discursos totalizadores, etc.
9) El humor es señal de inteligencia. Algún chiste hay que intentar. Recuerde no obstante que en la presentación de un libro en lo posible no hay que decir guarangadas, así que el chiste del pastor que en lugar de contarlas para dormir se empomaba a sus ovejas, no va.
10) El presentador tiene sí o sí que contar una anécdota personal. Esto entretiene al público, y sirve para recordarle al escritor que, por mucho que lo crea, su ego no es el más grande en esa mesa de presentación.

Labels: , ,

Thursday, March 31, 2011

El avión amarillo


En la secuencia final de la película "Submarino Amarillo", de Los Beatles, cuando los malvados blue meanies, derrotados, deben abandonar la mítica ciudad de Pepperland, uno de ellos le pregunta al otro: "¿Adónde podremos ir ahora?". "¿Argentina?" es la respuesta.

El chiste (no tanto para los argentinos) se relaciona con la fama que nuestro país había ganado como refugio de criminales de guerra nazis. Un lustro atrás, apenas, el gobierno de Israel había secuestrado en Argentina a uno de esos criminales, y lo había llevado a Jerusalén para juzgarlo.

En la película, los malos son derrotados por Los Beatles -o mejor dicho, su alter ego la Banda de Corazones Solitarios del Sargento Pepper- a fuerza de canciones, color, amor y flores. Así Pepperland recupera su alegría, su colorido, su movimiento, y retorna a su rutina de música y perpetua celebración.

Con todo lo de humorístico y hasta de infantil que tiene el filme, la metáfora política no puede ser más clara: los blue meanies representan la dictadura, la opresión, la tristeza, la anulación de la creatividad humana. Los represores podrán ser ridículos, pero son muy dañinos. Ni más ni menos como los militares que tomarían el poder en Argentina ocho años después, en 1976.

Cuando en 1983 nuestros blue meanies vernáculos fueron expulsados del poder, el pueblo argentino vivió una primavera de color y libertad, pero lamentablemente la celebración no fue perpetua. Tal parece que esos bienes hay que conquistarlos día a día, y que los malvados pueden venir de cualquier lado, y con cualquier uniforme.

Todavía hoy, a veintiocho años, quedan vestigios de aquel pasado tenebroso; símbolos que no se pudo enterrar, y que hay que exorcizar. Así, los represores y torturadores que hoy están siendo juzgados. Así, también, las marcas arquitectónicas que el poder militar dejó en los espacios públicos, como las tres rotondas de acceso a Santa Rosa, dedicadas cada una de ellas a una de las tres fuerzas armadas.

No se trata de negarles a las fuerzas armadas su lugar en la sociedad, sino de evitar su intervención desmedida. El hecho de que sólo se pueda acceder a la ciudad rindiendo homenaje a los militares, la transforma, simbólicamente, en una ciudad sitiada.

Por eso no puede ser más simbólico -y simpático- que un grupo de artistas muralistas de Santa Rosa haya decidido intervenir el avión-monumento de la rotonda norte, pintándolo precisamente con colores y diseños inspirados en la película "Submarino amarillo".

No ha faltado quien se queje de la supuesta profanación, como si fuera posible ridiculizar aún más a un avión que -conforme un fundado estudio publicado recientemente en Caldenia- nunca fue muy apto para su cometido de volar.

La intervención pictórica tiene el efecto de revertir el símbolo, y el gris avión que antes representaba la sujeción civil al poder militar, ahora les dice a los viajeros que llegan desde el norte, que Santa Rosa es una ciudad vital, con colorido, con humor, con alegría de vivir.

Una alegría a la cual, desde luego, también los militares están invitados.

Friday, March 11, 2011

Un perro marciano


La noticia de la semana dice que, en la Laguna Don Tomás, un grupo de investigadores del fenómeno OVNI que estaba trabajando, salvó a un perro en peligro de ahogarse en esas procelosas aguas. Una fotografía tomada por uno de ellos prueba la hazaña.
La noticia no dice qué tipo de tareas estaban realizando los "investigadores". La mayoría de la gente va a la laguna a caminar, a tomar mate o, en un día de suerte, a concretar algún tipo de actividad sexual.
La primera pregunta que me surgió al leer estas inquietantes novedades -y la comparto ahora contigo, lector- es: ¿cuánto tiempo hacía que no leía una noticia siquiera vagamente referida a la cuestión de los ovnis? Muchos años, ¿verdad? ¿por qué será?
Si nos atenemos a lo que plantea Roland Barthes en "Mitologías", la cuestión de los ovnis no sería más que un episodio entre tantos, de la paranoia imperante durante la Guerra Fria, que como todo el mundo sabe terminó hace unos veinte años. Esa podría ser una explicación.
No digo que el mundo actual sea mejor, sólo que ya no está tan en auge la paranoia, hoy se estila un tipo de neurosis más básica y menos literaria.
Tampoco estoy diciendo que los ovnis no existan. De hecho, buena parte de la mitología alrededor de ellos se basaba en el hecho incontrastable de que los servicios de inteligencia norteamericanos y soviéticos mantenían una gran cantidad de información con carácter de secreto -incluyendo varios alienígenas en formol- lo cual desde luego daba pie para cualquier especulación. Sin embargo, si algo nos enseña el fárrago insufrible de "revelaciones" de Wikileaks, es que muchos de aquellos secretos no entrañaban misterio alguno, sino obviedades del tipo "Michael Jackson es probablemente una persona de costumbres extravagantes" o "Quizá no sea una buena idea dejar a tu hija sola con Clinton en el Salón Oval".
Aclaremoslo: estoy a favor de los ovnis, me encantan los extraterrestres, y en mi cuarto tengo un poster del Sistema Solar, junto a una foto de Carl Sagan en calzoncillos.
Lo que me resistí siempre a creer es esta fantasía de que los marcianos (¿por qué vienen de Marte?), siendo una civilización tan evolucionada como para fabricar naves tan chulas, vayan a perder su tiempo observándonos para elaborar un veredicto antes de decidir nuestra aniquilación. El cuentito se parece demasiado a cualquier mito fundante de una religión para tomarlo en serio. Marcianos, no esperen más: hágannos crema de una vez, eso sí, asegúrense de destruir las obras completas de Narovsky, sería muy triste que lo único que quede de nuestra civilización sea eso.
Pero ya me fui por las ramas, ¿no?
En realidad los protagonistas de la noticia eran nuestro arrojados investigadores y el ignoto pichicho.
Tengo para mí, que en la Laguna Don Tomás es bastante más factible morir de aburrimiento que de asfixia por inmersión. La noticia, entonces, me huele un poco mal, no tan mal como la laguna, pero bastante feíto.
Me temo que el pobre perro, que acaso sólo intentaba refrescarse un poco durante el impiadoso calor carnavalesco, haya sido usado como señuelo para volver la cuestión de los ovnis a las páginas de los diarios.
Otra víctima de la nostalgia.

Thursday, October 28, 2010

Néstor Chaplin

Carlitos Chaplin siempre me irritó más de lo que me divirtió. Su revoleo del bastón, su mirada hacia arriba, su torpeza y desaliño, y sobre todo, su aparente ignorancia de la propia debilidad ante el gordo enemigo -aunque luego lo venciera- nunca terminaron de convencerme. No obstante, con "Tiempos modernos" y con "El gran dictador", el mismo personaje logró conmoverme, hacerme reflexionar sobre temas muy profundos, y en definitiva, produjo un arte que es imprescindible para comprender el siglo XX.
Acabo de descubrir que con Néstor Kirchner me pasó algo parecido. Cuando en mayo de 2003 asumió la presidencia con un miserable 22% de los votos y con su ojo desviado, lo primero que hizo fue revolear el bastón presidencial, y cometer un blooper colosal cuando, al abrazarse con la gente, se ganó una herida cortante en la frente que lo acompañó todo el resto de la jornada.
Pese a ese comienzo poco serio -los argentinos habíamos tenido bastante de histrionismo con el canalla de Menem- y pese a que su estilo siempre me impidió la empatía, creo que habría que ser muy necio para negar que muchas de las medidas de su gobierno eran las que reclamábamos, y algunas ni siquiera nos atrevíamos a soñarlas (como la depuración de la Corte, el juicio a todos los milicos y el pito catalán al FMI).
¿Desde cuándo los argentinos podemos darnos el lujo de repudiar los buenos actos de gobierno sólo por una cuestión de estilo?

Labels:

Thursday, October 14, 2010

Qué hubiera pasado si la tragedia de Copiapó hubiera ocurrido en Argentina?

1) Título de Crónica: "Derrumbe en una mina: están atrapadas 32 personas y un boliviano".
2) Título de Clarin: "Se ignora si viven los trabajadores de la mina K".
3) El Congreso debatirá durante 180 días los 427 proyectos presentados para aprobar el salvataje. La votación final, empatada en el Senado, será definida por otro voto "no positivo" de Cobos.
4) El gobierno tomará enérgicas acciones promoviendo el rescate con varios decretos de necesidad, urgencia y exhibicionismo.
5) Los equipos de rescate detectarán que de la maquinaria pesada contratada sin licitación a proveedores argentinos, lo único que sirve es un taladro de mano Black & Decker.
6) Cuando finalmente los mineros sean detectados, lo primero que bajará a la mina, antes que el agua y los medicamentos, será una cámara de Tinelli para que los mineros participen de un nuevo programa: "Bailando por un sueño underground".
7) Ricardo Fort se integrará al equipo de rescate pero no podrá abordar la cápsula Fénix por su notorio sobrepeso.
8) Al cabo de dos meses, todavía no se habría podido detectar quiénes son los responsables de las 427 empresas contratistas y subcontratistas que explotaban la mina.
9) Generarían gran debate los números oficiales del INDEC sobre la cantidad de mineros atrapados y la cantidad de días que han pasado.
10) Año 2.099: Finalmente se hizo justicia en la tragedia de la mina. El fiscal Stinfale concluyó su alegato con una conmovedora y original frase: "Nunca mas".

Wednesday, September 22, 2010

50 años


La tarde del 5 de mayo de 1960, en la redacción del diario "Granma" de Cuba, se preparaba la edición del día siguiente, que estaría monopolizada por los importantes actos llevados a cabo ese día, en repudio al atentado explosivo que destruyera la corbeta francesa Le Coubre. El barco, cargado de armamento belga, estaba atracado en el puerto de La Habana, y su destrucción produjo la muerte de al menos setenta y seis personas. En el acto, y ante una verdadera multitud, el líder cubano Fidel Castro atribuyó el suceso a un acto terrorista perpetrado por la CIA.
La crónica periodística del día siguiente estaría ilustrada con dos fotos: una de Castro en el momento del discurso, y otra de los visitantes ilustres Jean-Paul Sartre y Simone de Beaouvoir, presentes en el acto.
Entre las fotografías que quedaron afuera de esa publicación, se contaba un impactante retrato del entonces presidente del banco central cubano, un médico argentino llamado Ernesto Guevara de la Serna. La foto había sido tomada por Alberto Díaz Gutiérrez, más conocido como "Korda", un bohemio habanero que manejaba un Porsche, y que no obstante profesaba una fuerte adhesión a la Revolución.
La fotografía en cuestión, omitida en las noticias del día, pasaría con los años a convertirse en la imagen más reproducida de la historia (según un consenso bastante extendido) y el editor de Granma que la ignoró, pasaría a integrar un selecto grupo de grandes miopes de la cultura de masas, acaso sólo a la par del productor de Decca Records que apenas un año después tomaría una audición a Los Beatles y rechazaría contratarlos.
HISTORIA
Hay que decir en su defensa, de todos modos, que en mayo de 1960 el "Che" Guevara no tenía, ni siquiera en Cuba, la estatura que adquiriría luego como personaje histórico y como ícono del siglo XX.
Investigaciones recientes revelan, no obstante, que no es cierto que la foto en cuestión no fuera publicada sino hasta después de la muerte del retratado, ocurrida en Bolivia en octubre de 1967. En su reciente libro "Che's afterlife" el periodista australiano Michael Casey detectó al menos dos ocasiones en que la foto fue utilizada en la prensa cubana antes de esa fecha -en una oportunidad, en 1961, anunciando una conferencia del propio Guevara sobre la industrialización en Cuba.
Tampoco es cierto el mito según el cual la comercialización de su imagen tras su muerte fue obra de un "inescrupuloso empresario italiano" que supuestamente se habría hecho rico con la empresa. El italiano en cuestión, Giangiacomo Feltrinelli, era un editor de libros fervientemente partidario de la Revolución cubana, y un militante de nota, cuya vida se cegó prematuramente en marzo de 1972, en las afueras de Milán, víctima del estallido de una carga de dinamita que había sido colocada para sabotear una torre de energía eléctrica.
Lo que sí es cierto es que la fotografía de Korda fue elegida como ícono por el propio gobierno cubano, tras la muerte del "Che", en lo que fue una masiva tarea de curaduría artística a la que fueron convocados todos los fotógrafos de la isla. Fue el propio gobierno el que la tituló "El guerrillero heróico", y el que la emplazó en la Plaza de la Revolución y en un billete de circulación nacional.
Luego, con su publicación en la revista francesa "Paris Match" a fines de 1967, y su masiva utilización por los manifestantes del Mayo francés el año siguiente, la imagen comenzó su propio recorrido por todo el mundo, hasta alcanzar su actual estatus de ícono universal.
ICONO
Es indudable que la imagen en sí misma tiene un peso específico evidente. Revela un rostro bello, viril y potente, que a la vez aparece teñido por una dulzura casi crística. La mirada fija en el horizonte, a su vez, parece revelar que el sujeto retratado está en posesión de alguna verdad que nos es elusiva. Sobre el verdadero alcance de este gesto se han escrito comentarios que acaso igualen en volumen y complejidad a los que se han vertido sobre la Gioconda de Leonardo Da Vinci.
Sin embargo el contexto histórico no puede ser dejado de lado: la muerte prematura de Guevara, su romántica figura de luchador contra el sistema, y su clara identificación con los tiempos agitados en los que le tocó actuar, impregnaron esta imagen de un fuerte contenido simbólico.
Durante la década del 70, la foto (transformada en póster por la seriegrafía del irlandés Jim Fitzpatrick) fue el ícono de los jóvenes rebeldes y politizados, y un llamador para las fuerzas represivas que se dieron a la tarea de reprimirlos o desaparecerlos.
Pero con el paso del tiempo, la imagen comienza a recorrer otros derroteros y otros sentidos. Empieza a ser empleada en sus discos por bandas de rock, como "Rage against the machine" y "Mano Negra". Comienza a aparecer en las pancartas de las hinchadas de fútbol, que la emplean para provocar a la policía. La enseñan, como código de rebeldía en actos de gran difusión, actores como Johnny Depp, o músicos como Carlos Santana.
Hoy por hoy esta imagen está tatuada en el cuerpo de dos "chicos malos" del deporte mundial, como nuestro Diego Maradona, y el ex campeón de boxeo Mike Tyson.
COMERCIO
Pero también la imagen ha sido empleada para el márketing y venta de una infinidad de productos comerciales, incluyendo bebidas, ropa interior, artículos deportivos, encendedores, tazas de café y hasta profilácticos. Incluso existe un sitio de internet dedicado exclusivamente a la venta de productos relacionados con el Che y su retrato (thechestore.com).
Antes de fallecer en 2001, el fotógrafo Korda había entablado una lucha legal contra la utilización de esta foto en una propaganda de vodka, arguyendo, entre otros motivos, que el propio retratado era un notorio abstemio (la compensación que obtuvo en ese juicio la donó a una causa altruista).
Hasta fines de los '90, el fotógrafo se había abstenido de obtener cualquier beneficio de su obra, en respeto a la política cubana de repudio al principio de la propiedad intelectual. Hoy sus herederos han contratado un equipo de abogados para ejercer esos derechos, pero no para lucrar, sino para impedir el uso indebido y banal de la foto.
PRESENTE
A cincuenta años de su obtención, la famosa fotografía de Guevara continúa su derrotero histórico, y su potencia simbólica no aparece en nada mellada por su convivencia con el mercado que la emplea y la difunde.
Toda esta multiplicación de sentidos podrá parecer fruto de la banalización, pero indudablemente hay un hilo conductor entre todos estos fenómenos culturales de masas. Y está claro que todo ese proceso cultural ha excedido largamente la circunstancia de la foto, al retratado y al fotógrafo, para adquirir una categoría universal.
La mercantilización de la imagen del Che es interpretada por algunos -entre ellos, el infalible Mario Vargas Llosa- como un triunfo del capitalismo, que transformó un ícono revolucionario en una "marca" comercial. Sin embargo, no es menos cierto que el mismo proceso que parece opacar el mensaje, en su ambigüedad, es el que ha permitido una universalización y una eternización de la figura de Guevara como la que muy pocos hombres públicos han gozado.
Se dice que una imagen vale más que mil palabras, y en este caso, más que mil idiomas. A fin de cuentas, y como toda obra clásica, la imagen del Che termina funcionando como un espejo: habla también de quien la mira. Algunas personas verán en ella solamente un producto comercial, un logotipo como el de McDonald's o Coca-Cola. Otros, los oprimidos del mundo, desde Palestina hasta Ruanda, desde Filipinas hasta Bolivia, abrazan este símbolo como un mensaje de lucha y rebeldía.